lunes, 2 de noviembre de 2015

VOCES A DEBATE.

Democracia participativa y presupuesto en el D.F.  
Norberto Amaya A.    

/////  México, D.F. a 1 de noviembre de 2015.
La ciudad de México vive hoy horas de definición, la actual integración de la Asamblea Legislativa obliga a definir formas, acciones, acuerdos y bases, pero también modificación de reglamentos y reconocimientos de mayorías o respeto a minorías. Les guste a unos o les disguste a otros, la realidad es que Morena y sus aliados son la primera fuerza, al mismo tiempo que gobiernan cinco delegaciones y han presentado una agenda legislativa y de gobierno. En el Distrito Federal debe reconocerse la acción de las fuerzas progresistas y sus gobiernos que surgieron al calor de la lucha social y política, antes y después de 1988.
A los gobiernos federales emanados del PRI y del PAN se les ha demandado Derechos Plenos para el D.F., Reforma Política de fondo, mayores recursos para Infraestructura y una justa aplicación de presupuesto para las Delegaciones. Todo se ha frenado por los intereses varios que confluyen en la Cámara de Diputados y de Senadores y las Comisiones del D.F. y el famoso Fondo Metropolitano.
Lo mismo sucedió con la incorporación al Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) en 2014 y la consecuente distribución  porcentual en cada delegación, obviamente que ello tiene que ver con educación, seguridad, infraestructura y asistencia social. Partiendo hoy del presupuesto "base cero" y la disminución de los ingresos petroleros, las aportaciones no garantizan resolver lo esencial en la capital y en las delegaciones que lo integran. Es evidente que en la propuesta de Presupuesto de Egresos para 2016, se afectan varios rubros, entre ellos seguridad y medio ambiente. Al Distrito Federal se le castiga y no se reconoce el gasto por la población flotante, sobre todo en la Delegación Cuauhtémoc.
Hay que apuntar, que desde que los habitantes de esta digna y noble ciudad decidimos ser actores sobre nuestro rumbo, en todas las relaciones sociales y económicas estuvo definido que el derecho a elegir, nos obligaba a tener responsabilidades, pero también a exigir y a participar. Esta gran ciudad de libertades debe hoy consolidar su ​democracia ciudadana y participativa y que los gobiernos delegacionales sean el eje y sustento de toda participación democrática, con un combate frontal a la corrupción. Hoy la consulta y trato directo con la gente, son una garantía para la obtención de resultados favorables en la administración pública.
El debate abierto sobre los problemas nacionales, son y han sido una constante en diversos medios y foros, lo mismo se ha hecho en instituciones y medios de comunicación, pero todo cae al vacío porque no se atienden razones y planteamientos que realmente proponen beneficios a la sociedad. Los políticos y los gobiernos de derecha, no escuchan, imponen, deciden en las alturas y sobre todo definen acciones y rumbos en función de intereses y acuerdos cupulares. Está claro que para cumplir programas eficaces de gobierno, debe haber coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, sobre todo en seguridad y el combate al narcomenudeo en la zona centro de la capital del país. Gobernar es el arte de escuchar y aplicar la justicia y respetar los derechos humanos de los gobernados.
Finalmente, la reflexión que hacemos, no puede estar al margen de lo que ha sucedido en los últimos cuarenta años de políticas neoliberales en México, es justo señalar que éste modelo sustentado en la privatización y en la reducción del papel del estado a tareas mínimas ha alentado la especulación y la destrucción del mercado interno y la inversión productiva. Es de todos conocido el crecimiento de la deuda pública y el incremento del desempleo, a lo que se suman la baja del poder adquisitivo y la cancelación de los derechos sociales. Todo esto afecta a las grandes ciudades, a la Ciudad de México y a la Zona Metropolitana. No puede negarse lo evidente.
Reflexiones. Debemos demandar hoy una Nueva Política Económica. Pero al mismo tiempo acrecentar el combate a la desigualdad, garantizar equidad y oportunidades para todos, todo ello implica una nueva visión de crecimiento para el D.F. Hay que respetar y conservar los recursos naturales y una cultura del agua​. Las delegaciones deben ser parte esencial para impulsar convenios con la sociedad, municipios e instituciones. Hoy es momento de ofrecer  alternativas.
¡Amor con amor se paga!
Mail. norbertoamaya21@gmail.com //  Twitter. @Amaya5M .


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