martes, 10 de noviembre de 2015

COMPARTIENDO TU OPINIÓN

La mala actitud.
Salvador Calva Morales
Pareciera que los mexicanos estamos condenados al suplicio de la pobreza, de la ineficiencia, de ser sojuzgados por otros… somos parias en nuestra propia tierra.
Ya sabemos muy bien quien es el culpable: el gobierno, el sistema, los gringos, los nazis, la vecina chismosa, el marido macho, la vieja fodonga de la esquina, el ogro que tengo como jefe, los corruptos de siempre… Yo, no.
Mientras huimos de nosotros mismos y de nuestras responsabilidades, nos alejamos de la posibilidad de controlar nuestra vida, nuestro destino, el éxito, porque lo que puedo lograr “está acotado por otro”.
Entonces espero que los tiempos cambien, que mejore la economía, que cambie el gobierno, que me saque la lotería, que tenga otro trabajo, que la vecina deje de ser chismosa y se convierta en mejor persona… algún día.
Si yo no soy culpable, yo no tengo que remediar nada. Si otro lo provocó –tal como yo veo que esto ocurre-, pues entonces otro que lo solucione… por eso, si no gobierna bien el partido de centro derecha, que venga el de derecha y si no lo consiguió tampoco, que gobierne la izquierda, aunque la decepción siga de que todo es igual siempre.
Nos hemos entrampado, no nos damos cuenta que estamos actuando como niños y que no hemos asumido nuestra adultez como sociedad, ni siquiera como individuos.
¿Cómo superar la pobreza, la ineficiencia, el sometimiento?
El médico de la época victoriana Samuel Smiles fue precursor de la autoayuda, su libro  Self-Help (1855) bien podría ponerse de moda nuevamente, pues sus consejos satanizados por enfocarse al desarrollo personal por encima de la sociedad, son parte de lo que ahora necesitamos para salir adelante.
Lo que hace la mala actitud es no ver las oportunidades que están pasando (…) hay individuos que han salido adelante de la pobreza gracias a la auto-educación para obtener prominencia social e incluso riqueza (…) Cada ser humano tiene una gran misión que lograr, nobles facultades que cultivar, un vasto destino que cumplir. Debe de tener a la mano los medios que la educación provee, ejerciendo libremente todos los poderes de su naturaleza deiforme.
Smiles concreta en cuatro elementos básicos la posibilidad de revertir el destino: la autoeducación, el duro trabajo, el ahorro y la perseverancia.
Asimismo el autor aconseja enfocar nuestra actitud hacia la acción, la conducta correcta, el autoaprendizaje, el autocontrol, para verdaderamente disciplinarse y ajustarse a cumplir los deberes y tener éxito en los negocios.
La educación diaria para la vida  está en  nuestros hogares, en las calles, detrás de los mostradores, en los talleres, en el telar y el arado, en el conteo de casas y fábricas, y en las guaridas de los hombres ocupados, dice Smiles, y asegura que esa formación más allá de los libros, es verdadera formación.
Como verás, querido amigo lector, lo único que necesitamos es dejar de echar culpas a los otros, arremangarse la camisa y que cada uno mejore su actitud hacia la vida, tomando las oportunidades que nos brinda y responsabilizándolos de los resultados que alcanzamos, sean éxitos o fracasos.
Amigo lector, para terminar te dejo una pequeña tarea: mira con detenimiento y saca un resumen de este video que un mexicano japonés nos hace en relación con el tema: https://goo.gl/ltG6z6
Salvador Calva Morales es rector de la Universidad Mesoamericana.


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