miércoles, 6 de mayo de 2015

Una vida fecunda y creadora dejó de existir materialmente, Antonio Esparza Soriano
Una vida fecunda y creadora dejó de existir materialmente. Antonio Esparza Soriano, historiador, escritor, poeta, periodista, profesor y polemista en el mudo de las letras, falleció la tarde del lunes pasado. En marzo cumplió 94 años.
Originario de Aguascalientes, a los tres años se trasladó con su familia a la ciudad de Puebla. En su juventud, en el Colegio del Estado, fue alumno de Delfino C. Moreno y Gregorio de Gante –dos de los mejores poetas poblanos de su época.
A los 20 años, en 1941, con el tema “Romance de tu nombre en aire y agua” obtiene el primer lugar en el certamen poético que convoca la Universidad de Guanajuato con motivo del cuarto centenario de su fundación; el jurado estaba integrado por Alfonso Reyes, Enrique González Martínez, Rafael López, Rubén M. Campos, y Francisco Orozco Muñoz, reconocidos como notables escritores de México.
Cuatro años más tarde, en abril de 1945, en Aguascalientes gana el premio Nacional de Poesía, siendo jueces José Gorostiza, Julio Jiménez Rueda, Xavier Villaurrutia, Gabriel Méndez Plancarte. En este año, fundó con Juan Manuel Brito, Juan Porras Sánchez, Gastón García Cantú, Ignacio Ibarra Mazari y otros distinguidos poblanos, la revista Cause que fue la expresión intelectual del grupo liberal que contribuyó a crear la conciencia para modernizar la enseñanza en la Universidad de Puebla que se inició con la gestión rectoral del licenciado Horacio Labastida Muñoz, quien crea en 1950 la hoy Facultad de Físico-Matemáticas, el Teatro Universitario, entre otras entidades universitarias.
Durante varios años fue profesor del Instituto Normal del Estado y de 1946 a 1948 asiduo editorialista y miembro de la redacción de El Sol de Puebla que dirigió en esos años Gastón García Cantú.
Por su compromiso con la educación (fue parte de una notable familia de educadores, Josefina Esparza Soriano, entre ellos) y su sólida formación intelectual fue nombrado director de la Escuela Preparatoria nocturna (hoy Preparatoria Benito Juárez) y se convirtió en férreo defensor de ésta, cuando la iniciativa gubernamental pretendió separar los estudios de ese nivel de la Universidad; más tarde fue director de la Biblioteca José María Lafragua, en donde afrontó adversidades que lo hicieron separarse de su ya amada ciudad de Puebla, como lo hicieron otros miembros del Grupo Cause, entre ellos Gastón García Cantú y Horacio Labastida.
Gastón García Cantú, expresó así esa separación transitoria: “No fue desaliento sino desesperanza de esta ciudad. Aún en los días adversos ninguno la maldijo desde el exilio interior, único refugio cuando no quedaba sino enterrar los esqueletos de los signos memorables en la selva del viento.
Nadie expresó tan cabalmente (como Antonio Esparza Soriano) su desolación en el ciclo de la muerte y la resurrección de los ideales:
“Alguna vez la muerte con su prisa
segadora, me habrá de herir; en vano
rehuirá el dolido gesto de mi mano
caer al golpe de la hoz precisa.
…Y cuando llegue la terrible fecha,
recogeré la mies de mi cosecha:
desnudo amor en el caudal del gozo”


No hay comentarios:

Publicar un comentario