jueves, 3 de diciembre de 2015

COMPARTIENDO TU OPINIÓN

Lo que un diario personal puede lograr.
Salvador Calva Morales
La observación es invaluable en términos de educación, de interacción con el mundo, de sabiduría y dicen los físicos cuánticos que sirve hasta para la modificación de la realidad.
¿Basta con observar? Sí, y no, más bien hay que hacer algo con lo observado.
Un jovencito que sea capaz de llevar un diario con sus observaciones puede transformar su propio mundo. Así que el hecho de que en México empiecen a pedir a los niños de educación básica que lleven un diario personal, es un buen avance.
Dividir un simple cuaderno en dos áreas, una donde se pueda anotar lo observado y la otra donde se escriban las opiniones personales, los hallazgos o el resultado de la reflexión sobre eso que ocurrió, puede hacer una gran diferencia en la vida, aún de quien es adulto.
El secreto radica en ordenar los escritos después. Reunir las evidencias que sean sobre un mismo tema. Clasificar esos pensamientos. Organizarlos. Sacar conclusiones. Y ¡pum! Volvernos un poco dioses para decidir las nuevas formas, posibilidades y conductas que nos llevarán a alcanzar esa nueva realidad que nadie imaginó hasta entonces, y así crear el paraíso deseado.
Eso es exactamente lo que hacen los científicos para generar conocimiento. Eso es la forma en la que los filósofos llegan a sus grandes conclusiones. Esa es la forma en la que los grandes hombres se han hecho grandes.
Llevar un diario, una bitácora de navegación de la propia vida, permite no sólo vivir a tontas y a locas el día a día, tal como nos obliga la presión de la vida moderna. Nos permite reposar los pensamientos, las emociones, los sentimientos del momento, y reflexionar sobre nuestro hacer y compararlo luego con una perspectiva de tiempo, dándole una dimensión más justa a cada uno de nuestros actos.
Tal vez eso impidió que más de uno sucumbiera a la locura o se suicidara, cuando la psicología ni siquiera se concebía como ciencia.
Una bitácora de navegación en una empresa, en cambio, permite saber, a ciencia cierta, y en comparación con los resultados obtenidos, cuales procesos se deben modificar pues nos están alejando de nuestros objetivos, al mismo tiempo de tener claras aquellas acciones que nos están conduciendo al éxito.
A los maestros con frecuencia se les recomienda llevar una bitácora de lo que ocurre día a día en clase, lo mismo serviría para constatar los avances de cada alumno, las inquietudes de conocimiento que muestran, las prácticas educativas que resultaron más útiles e inclusive las innovaciones más exitosas, y les enseñaremos con el ejemplo a nuestros alumnos a sistematizar sus observaciones.
Te invito a que inicies desde hoy un diario y me cuentes tus experiencias al respecto, por supuesto ahí debe resaltar el acto de bondad que debemos realizar todos los días, como esa huella que tarde o temprano abonará en lo que hicimos a nuestro paso por este planeta. No te arrepentirás, te lo aseguro.
Salvador Calva Morales es rector de la Universidad Mesoamericana.


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