lunes, 30 de abril de 2018


         · Con atención oportuna antes, durante y después del embarazo, de los más de 425 mil partos atendidos el año pasado, ocurrieron 102 decesos.
         · También se registró un aumento en el porcentaje de mujeres que tienen a sus bebés por parto vaginal, al tiempo que disminuyen las cesáreas.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registró en 2017 el número de casos de mortalidad materna más bajo de su historia, pues de los más de 425 mil partos que se atendieron en las unidades médicas del Instituto, se registraron 102 decesos de mujeres, de los cuales 44 fueron por causas indirectas del embarazo, es decir, por una enfermedad crónica como cáncer o diabetes que complicó la gestación.
El titular de la División de Atención Ginecobstétrica Perinatal del IMSS, Roberto Ruiz Rosas, informó que esta cifra representa una tasa de mortalidad materna de 24 casos por cada 100 mil partos. En 2006 la tasa era de 30.2 y alcanzó su pico máximo en 2009, con 36.1 casos, debido en gran parte a la pandemia causada por el virus de influenza AH1N1.
Esta disminución, dijo, se debe a una estrategia que tiene como principales ejes la prevención de embarazos de alto riesgo, ya sea en adolescentes o pacientes con enfermedades crónicas, vigilancia prenatal con enfoque de riesgo y mejor oportunidad de la atención obstétrica hospitalaria mediante equipos que integran diversos especialistas.
Destacó que también se registró un aumento de mujeres que tienen a sus hijos por parto natural. De los bebés que nacieron el año pasado, 57 por ciento fue por esta vía, mientras que 43 por ciento fue por cesárea. En 2010 la relación era de 51% de partos naturales y 49% por cesáreas, lo cual significó un aumento de seis puntos porcentuales en la atención del parto vaginal.
El especialista dijo que la importancia de fomentar el parto natural es que permite disminuir el riesgo de complicaciones como la hemorragia obstétrica, por lo que la cesárea sólo tendría que ser practicada cuando el médico lo indique, por ejemplo, por alguna obstrucción o impedimento para que el bebé nazca de forma segura.
Indicó que para continuar la tasa de mortalidad materna a la baja y dar respuesta a casos de urgencia en todo el país, se mantiene la coordinación entre directivos delegacionales y de nivel central del Instituto en cuatro regiones, mediante una vía de comunicación llamada ERI CHAT, a fin de notificar algún requerimiento de traslado y gestionar recursos en tiempo real, que permitan salvaguardar la vida de la embarazada.
Durante la gestación, señaló, lo ideal es realizar seis o siete consultas de calidad con enfoque de riesgo, para una mejor vigilancia, lo cual depende de la fecha en que se diagnostica el embarazo y la paciente acude a vigilancia prenatal.
Con esta vigilancia desde el primer trimestre es posible prevenir las principales complicaciones durante el embarazo, las más comunes ocasionadas por estados hipertensivos como la preeclampsia –hipertensión arterial, retención de líquidos y proteína en la orina– y hemorragias obstétricas, que pueden presentarse aún después del nacimiento del bebé.
El doctor Ruiz Rosas afirmó que para el IMSS la atención de la mujer embarazada es prioritaria en sus tres niveles de atención: en las clínicas de medicina familiar se realiza la vigilancia prenatal desde el primer trimestre, ya que mientras más temprano sean los cuidados, hay mayor oportunidad de identificar algún riesgo durante la gestación y en el parto, e incluso actuar preventivamente.
A partir de la semana 34 de gestación, apuntó, para su mejor control y estricta vigilancia es atendida en el hospital general más cercano a su domicilio, mismo en el que se planea lleve a término su embarazo y en caso de sospecha o complicación que ponga en riesgo su salud o la del bebé, el IMSS cuenta con cinco unidades con atención gíneco obstétrica de alta especialidad: dos en la Ciudad de México y una en Jalisco, Nuevo León y Guanajuato.


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