El Seguro Social pondrá al servicio del país el conocimiento, experiencia e información en materia de Salud en el Trabajo.
El doctor Mauricio Hernández Ávila, director de Prestaciones Económicas y Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dio a conocer el Plan de Reactivación Económica tras la emergencia sanitaria por COVID-19, proyecto que busca la recuperación de empleos e ingresos en los trabajadores de manera saludable, gradual, ordenada y cauta.
Las empresas que reactivarán de manera paulatina serán los sectores de la construcción, industria automotriz y minería, en donde para romper fuentes de contagio se aplicará el Plan de Reactivación Económica a través de tres ejes de acción: vigilancia epidemiológica, minimizar cadenas de contagio y fortalecer cobertura médica.
Durante la conferencia sobre el informe diario del coronavirus en México, Hernández Ávila explicó que el Instituto tiene para la reactivación económica principios y estrategias sobre las medidas de promoción y protección de la salud, así como para el cuidado de poblaciones vulnerables.
Se tiene como principios privilegiar la vida y salud, contar con una economía moral con eficiencia productiva que sea cuidadosa de la salud de los trabajadores, solidaria con todos, con responsabilidad compartida, sin discriminación y que atienda la nueva realidad y sus cadenas de transmisión.
Argumentó que es importante cuidar estos aspectos porque “en el momento en que activamos el trabajo, activamos una cadena muy importante de transmisión que es el transporte, porque ahí entramos en contacto con muchas personas. Segundo, activamos otra cadena de contagio extraordinariamente importante que es el ambiente de trabajo”.
En el eje de vigilancia epidemiológica, se monitorea el curso de la epidemia a nivel nacional, estatal o municipal, empresarial o por planta, a fin de prevenir la reemergencia de infecciones, disminuir un riesgo de un segundo brote epidémico y con ello eliminar un aumento de la transmisión del SARS-CoV2.
Todo ello permite “identificar bien a las empresas y saber si sus protocolos de prevención de cadenas de contagio al interior de la empresa están funcionando”, a fin de que los trabajadores al arribare a su centro de labores no sean una fuente de contagio y se genere un pico de casos COVID-19.
Mauricio Hernández Ávila fundamentó que en la actividad económica del sector construcción se han identificado 10 mil 785 casos de enfermedad respiratoria durante 2020, de los cuales se han dado 2 mil 496 incapacidades por coronavirus, el volumen de nuevos casos se reportaron en el periodo marzo-abril.
En el caso del eje de minimización de cadenas de contagio se busca tener un retorno saludable, gradual, ordenado y cauto al trabajo a través de las medidas de protección de los trabajadores.
El director de Prestaciones Económicas y Sociales del Seguro Social detalló que se proponen para la reincorporación al trabajo medidas de controles de ingeniería y administrativos, de sana distancia y promoción de la salud, uso adecuado de protección personal, sanitización y una capacitación.
“Todos tenemos que entender el valor que tienen todas estas acciones porque van a ser incómodas (...) es bien importante que los trabajadores también tengan una capacitación para que se adhieran a estas medidas”, apuntó Mauricio Hernández Ávila.
Sobre la capacitación, indicó que a través de la plataforma de Cursos en Línea Masiva del IMSS (CLIMSS), se ofrecen cursos sobre COVID-19. Hay más 1.5 millones de inscritos en cuatro meses, con un 75 por ciento de eficiencia terminal y actualmente cuenta con 8 cursos, seis dirigidos a la población abierta y dos dirigidos a profesionales de la salud.
En ese sentido en CLIMSS se tienen otra serie de recursos educativos para cada oficio o negocio, tecnología educativa utilizada en el desarrollo del curso se basa en la educación para adultos y teorías de juego para promover la motivación y culminación de los participantes.
El doctor Hernández Ávila detalló que las empresas tienen que entregar cuál es su plan para usar los recursos que tienen para la activación de la industria automotriz, de la construcción y de la minería.
Finalmente indicó que los niveles de alerta están adecuados para permitir la reactivación de las industrias, y a partir del 1° de junio el semáforo protegerá a la población de que no haya rebotes importantes de transmisión de COVID-19.
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