martes, 20 de junio de 2017

Científicos de la BUAP estudian la epilepsia silenciosa que representa 25 por ciento de casos en pacientes con epilepsia del mundo.
         · Diagnosticar epilepsia no es sencillo, hay personas que no manifiestan movimientos bruscos que se asocian con este padecimiento.
         · La epilepsia del tipo crisis de ausencia se manifiesta generalmente en niños en edad escolar
         · Suministran fármacos creados en la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, para medir su eficiencia en el tratamiento de la epilepsia tipo crisis de ausencia en la rata TAIEP
BUAP. 20 de junio de 2017.- Diagnosticar epilepsia no es tan sencillo como pudiera creerse. Hay personas que no manifiestan las populares hiperextensiones de las extremidades o los movimientos bruscos que tienden a asociarse con este padecimiento. Este grupo padece epilepsia del tipo crisis de ausencia. Aunque no ocasiona convulsiones tónico-clónicas, sus consecuencias en la salud cerebral son igualmente severas: en alta incidencia y con gran severidad, causan muerte neuronal. Dada sus características, su diagnóstico requiere de estudios como electroencefalogramas y de la revisión de un neurólogo.
En el Instituto de Fisiología de la BUAP, científicos estudian este padecimiento, también conocido como epilepsia de pequeño mal, el cual representa alrededor del 25 por ciento de los casos de pacientes con epilepsia del mundo. Los investigadores universitarios suministran fármacos en la rata TAIEP, un modelo animal experimental que manifiesta estas crisis de ausencia, para determinar su eficiencia en el control de la enfermedad.
La rata TAIEP, que fue desarrollada en la BUAP a través de cruzamientos endogámicos entre dos grupos de roedores, como un modelo animal idóneo para el estudio de la epilepsia y los efectos de determinados fármacos. Lleva este nombre por los síntomas que presenta: temblor, ataxia, inmovilidad, epilepsia y parálisis.
El interés en este modelo llegó a Argentina, donde Luis Bruno Blanch, científico de la Universidad Nacional de La Plata, desarrolló nuevas drogas para tratar la epilepsia. Él solicitó, en coordinación con la doctora Luisa Rocha Arrieta, del Departamento de Farmacología del CINVESTAV, México, que los fisiólogos de la BUAP suministraran sus fórmulas para así probar su efectividad.
“Veremos el alcance de los fármacos propuestos por el doctor Luis Bruno Blanch. Los administraremos y evaluaremos el efecto que tienen en las crisis de ausencia”, señaló María del Carmen Cortés Sánchez, fisióloga experta en neurofisiología de la conducta, trastornos del sueño y epilepsia, y directora de este joven proyecto de investigación.
La especialista informó que la epilepsia del tipo crisis de ausencia se manifiesta generalmente en niños en edad escolar, y se caracteriza porque el sujeto pierde el contacto con el ambiente por pocos segundos. “Cuando suceden las crisis, los pacientes pueden presentar ligeros movimientos con las manos o parpadeos y en segundos regresan a sus actividades normales”.
Este tipo de epilepsia en ocasiones pasa desapercibida y en muchos de los casos consideran a quienes la padecen como personas distraídas o malos estudiantes y que su bajo rendimiento escolar se debe a esto. Sin embargo, “son las crisis de ausencia, que aparecen y finalizan súbitamente, las que ocasionan déficit en la memoria y por ende en el aprendizaje, lo que hace que se preste atención a la situación”, comentó.
La investigadora expresó su preocupación ante esta enfermedad neuronal, ya que la hiperexcitación del cerebro -que se produce en la epilepsia-, ocasiona la muerte de neuronas: “la epilepsia se origina cuando todas las neuronas se sincronizan y presentan actividad exacerbada. Si no se controla, hay ciertas sustancias que se liberan y que hace que mueran neuronas”, detalló.
¿Las mujeres más propensas a sufrir crisis de ausencia?
La investigadora comentó que es necesario diagnosticar la epilepsia del tipo crisis de ausencia desde la niñez, darle tratamiento adecuado para atenuar las descargas eléctricas anormales de las neuronas y que el médico esté al pendiente de la evolución de la enfermedad.
Desafortunadamente, existen otros factores como los cambios hormonales de la mujer, ya sea en su pubertad o por un embarazo, los que pueden producir crisis epilépticas, con la posibilidad de incrementar su frecuencia y convertirse en un padecimiento severo. “Es muy pronto para afirmar si las mujeres tienden a sufrir más de este tipo de crisis”, señaló Cortés Sánchez.
Por ello, en el Laboratorio de Neurofisiología de la Conducta y Control Motor han estudiado en ratas hembras cómo el factor hormonal incide en el incremento de estas crisis. Caracterizan desde el momento en que inicia el trastorno y cómo se va presentando a lo largo de la vida de las ratas TAIEP, tanto en machos como en hembras.
La especialista sostuvo que la epilepsia del tipo crisis de ausencia en las ratas macho comienza a edades tempranas -aproximadamente a los tres meses de nacidos- e incrementa con la edad de tal manera que al año los ejemplares ya tienen una incidencia significativa. En cambio, en el caso de las hembras, se presenta hasta los seis meses de vida.
Debido a estos resultados, estudiantes de la BUAP investigan el papel de las hormonas esteroides en la incidencia de las crisis de ausencia. “Estamos realizando estudios en la rata TAIEP: administramos progesterona o estradiol, dos hormonas importantes en el perfil hormonal de la hembra, para dilucidar su rol en este trastorno”, afirmó.


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