La pedagogía del futuro
Salvador Calva Morales
Algunos afirman que todo tiempo pasado fue mejor. Yo creo firmemente que la evolución es manifiesta, y que la transformación del modelo sociopolítico lo estamos viviendo también en la pedagogía.
¿Recuerdas al maestro en su escritorio, puesto en una plataforma 50 centímetros más alto que el nivel de los estudiantes, para que se sepa quién manda? ¿Y aún tienes presente las orejas de burro puestas al alumno para ridiculizarlo por no saber de memoria le lección? ¿Y qué me dices de los borradorazos, los pellizcos, los jalones de patillas, como métodos disciplinarios? ¿Y de esa frase de que “el adulto habla, el niño calla”?
Ciertamente eso permitió el desarrollo de una sociedad, que funcionó un tiempo. Pero ahora sabemos que el modelo está superado.
Ya hemos aceptado que enseñar también implica aprender, que el aprendizaje necesita diálogo para profundizar las ideas, para construir el pensamiento epistemológico, que la única forma de aprender de verdad es compartir las ideas con otros, para que a su vez las enriquezcan con sus puntos de vista, con su experiencia, con su sabiduría. Esto es el aprendizaje colaborativo.
Uno de los puntos esenciales para construir el aprendizaje colaborativo es el cuidado de las relaciones socio afectivas, a partir del sentido de pertenencia, respeto mutuo y solidaridad. Esto habla con mucha claridad de la sociedad que pretendemos construir en el futuro.
Por eso es tan importante en este nuevo rol el desarrollo de la inteligencia emocional.
Habrá que enfrentar tareas sin que nadie esté detrás, es tiempo de automotivarse en el conocimiento, persistir aunque existan fracasos, dar espacio y desarrollar la escucha de las opiniones de otros, controlar los impulsos de imponer su punto de vista, mostrar empatía hacia las demás personas, canalizar las emociones. Y todo esto es tan válido para el alumno como lo es para el maestro.
¿Cómo abordaremos el aprendizaje con actitud reactiva, inactiva, proactiva o interactiva?
Para un aprendizaje colaborativo partimos de un equipo de trabajo, de conocer sus capacidades, deficiencias y posibilidades de cada uno de los miembros del equipo, establecimiento de metas conjuntas que incorporan los objetivos individuales de aprendizaje, por supuesto: la elaboración de un plan de acción, con responsabilidades específicas y la evaluación continua del proceso, las discusiones progresivas en torno al producto final.
Calzadilla, María Eugenia (s.f.) Aprendizaje Colaborativo y Tecnologías de la Información y la Comunicación, OEI-Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653), establece que en esta época las TIC’s son muy adecuadas a este modelo pedagógico para generar verdaderos ambientes de aprendizaje y el desarrollo de las capacidades de los educandos.
Las tecnologías nos abren un abanico de posibilidades mediante aplicaciones como el correo electrónico, el chat, los foros, la audio/videoconferencia, las pizarras electrónicas, consulta de bases de datos on line o bibliográficas, libros electrónicos, publicaciones en red, centros de interés, enciclopedias, hipermedias, simulaciones y prácticas tutoriales que permiten a los estudiantes intercambiar direcciones, diversificar recursos e integrar perspectivas múltiples, así como los test de autoevaluación o coevaluación.
No cabe duda que tenemos el futuro en nuestras manos, habremos de aprovecharlo bien porque no hay tiempo que perder.
Salvador Calva Morales es rector de la Universidad Mesoamericana.
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