miércoles, 4 de mayo de 2016

COMPARTIENDO TU OPINIÓN

La  piedra filosofal de la creatividad: J. Buhigas.
Salvador Calva Morales
¿Qué sonido tiene el color rojo? ¿Qué es mejor: cantar o bailar? ¿Agua o fuego?  ¿Cuál es el nombre adecuado de un garabato? ¿Cómo se escucha la música con los pies? ¿Qué poesía sale de los Cantos Gregorianos? ¿Cómo puedo dibujar la inspiración?
Jaime Buhigas Tallón inicia a su auditorio a la búsqueda de respuestas a preguntas como éstas en aras de despertar la creatividad, de la que puedes conocer más en Aprendemos Todos (2012 julio 18) Aprendemos todos 1º Congreso noviembre 2011 Completo Jaime Buhigas. [video] Recuperable en https://goo.gl/GMmA4c .
Él es  cofundador del movimiento de renovación pedagógica Aprendemos todos. Por una educación mejor.  Además es  geómetra, ilustrador, dibujante, dramaturgo, director de escena,   escritor de los libros como La divina geometría (2008) y Laberintos (2013), entre otros.
No importa si hacemos ciencia, poesía o empresa, el proceso creativo es igual. Jaime Buhigas dice al respecto: la creatividad consiste en sentir, procesar y devolver al mundo.
Como los  alquimistas de la antigüedad, propone a manera de metáfora, la creatividad tiene tres fases: la fase negra, la fase blanca y la fase roja. Sus límites se desdibujan y se entraman.
El acto de creatividad, empieza por un acto de intimidad, soledad, locura,  ser consciente de lo que está pasando, de lo que uno es. La fase negra consiste en romper con lo conocido, decir “ya no”, estar dispuesto al cambio.
El miedo a cambiar es el miedo a morir, se presenta como  el dragón de “¿a dónde vas tú?”, que trata de impedir que sigas adelante. Te dice: “vuelve a poner las cosas como antes”. Sólo quien mata al dragón logra pasar.
Entonces me ubicaré  en un nuevo sitio, donde me sienta mejor, incluso puede ser un lugar mediocre, pero es condición indispensable querer el sitio que uno ha elegido.
Con la incertidumbre sobre lo que voy a encontrar, la sensibilidad se multiplica, y por eso sentimos que todo nos afecta. Hay que estar conectado para abrirse a la posibilidad de ver todo de una manera totalmente diferente.
En la fase blanca se entra al mundo de la exploración. Ahí existe todo lo que es, todos los colores,  es el momento de la asociación de ideas libres, todo es posible, no hay error… aquí hay expansión, hay búsqueda, hay investigación.
El segundo dragón representa no terminar las cosas. Es soñar, es quedarse flotando en el limbo para siempre. Las cosas hay que acabarlas y se acaban cuando se concretan,  da miedo concretar porque aquí existe el juicio, puede gustar o no gustar.
La fase roja es el ejercicio de la dualidad, la elección para concretar en la realidad. Aquí uno tiene que elegir; cuando uno elige, las cosas son propias, pero es importante descubrir  la trampa, el secreto y lo mágico, que hay detrás de la elección.
Lo que sigue es concretar para compartir al mundo. Hay que tener oficio, ser buen artesano, aterrizar, tiempos y fechas para la realización. Compartir  con el mundo da sentido a lo que hacemos, sólo al compartir nuestros actos, invenciones o poesía tienen valor.
¿No te parece impresionante?
 Salvador Calva Morales es rector de la Universidad Mesoamericana.



No hay comentarios:

Publicar un comentario