Al verdadero mago no lo hace un solo truco.
Abel Pérez Rojas
“La magia, en el nivel de arte,
es mucho más que un conjunto de trucos”.
Abel Pérez Rojas.
“Al verdadero mago no lo hace un solo truco”, me dice HD mientras hace levitar un billete que le proporcioné al azar de mi cartera…
Ante mi asombro, apenas puedo escuchar sus palabras que combinan su experiencia con algo que leyó o escuchó alguna vez; y casi inmediatamente refuerza Smayfer: “El trabajo de un mago es estudiar, prepararse y entrenarse constantemente, sólo para que su público pueda disfrutar en su totalidad de la magia”.
¿En qué consiste la verdadera magia más allá del arte de la ilusión?, ¿cómo esto puede pasar de un escenario a la vida misma?
Me pregunto esto mientras discurre la charla con esos excelentes magos colombianos y mejores personas: el Mago HD y a Smayfer –quienes gracias a los buenos oficios del mago bizarro Ricardo Vleid, estuvieron en nuestro país hace unos días impartiendo conferencias-.
A un mago no lo puede hacer grande un solo truco, aunque para diferenciarse de los demás puede poner un toque personal, un signo distintivo, por ejemplo las cadenas o las camisas de fuerza del célebre Harry Houdini.
Es cierto, hasta en la magia o arte de la ilusión, hay que hacer carrera, a través de estar duro y dale en el ejercicio del perfeccionamiento de la puesta en escena, y una vez conseguido cierto logro no es posible echarse a vivir de la satisfacción de haber dominado una sola rutina.
Me explica HD que el mago tiene que mantenerse practicando nuevos números, y sacrificar constantemente su asombro para desentrañar los puntos medulares de un acto de magia.
“Los magos sacrifican su asombro porque así sabemos cómo se hace determinado número y debemos saberlo para multiplicar la ilusión de nuestros espectadores” –me lo dice quién es hijo de un mago y desde hace unos años optó por dejar el ejercicio profesional de la comunicación radiofónica para dedicarse en cuerpo y alma a la magia-.
La charla con mis amigos magos continúo discurriendo sobre cómo esto pasa hacia la vida misma.
Pienso que al igual que un mago está dispuesto a sacrificar su asombro, así debemos nosotros estar dispuestos a dejar atrás nuestros espejismos que nos aturden y nos hacen creer que lo que capta nuestra percepción es lo último y verdadero.
Tal cosa ocurre, cuando pretendemos hallar una solución y topamos con lo que parece la salida perfecta, pues pretendemos que nuestros problemas se resuelvan como por arte de magia y un truco espectacular allane nuestro camino… pero eso es sólo ilusión.
Para encontrar las soluciones, el verdadero gran “truco” consiste en poner en clara perspectiva nuestra ansiedad aunada con la falta de concentración en los asuntos verdaderamente importantes.
Lo que desafía y apasiona profundamente al ser humano es establecer siempre nuevos derroteros que le permiten salir del estado de confort; no son producto de una sola acción mágica e implican constancia y sacrificio.
Y entonces, amigo lector, le pregunto: ¿En qué consiste la verdadera magia más allá del arte de la ilusión? Espero sus aportaciones.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es doctor en Educación Permanente. Dirige: Sabersinfin.com.
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