viernes, 19 de febrero de 2016

COMPARTIENDO TU OPINIÓN

Ser o parecer, he ahí el dilema.
Salvador Calva Morales.
¿Recuerdas el relato de El espantapárajos?, escrito por  Gibrán Khalil Gibrán (1918):
Dije un día a un espantapájaros: “Debes de estar cansado de permanecer inmóvil en este solitario campo”.
Y él me dijo: “La dicha de asustar es profunda y duradera, nunca me cansa”.
Tras un minuto de reflexión, le dije: “Es verdad; pues yo también he conocido esa dicha”.
Él me dijo: “Sólo quienes están rellenos de paja pueden conocerla”.
Entonces, me alejé del espantapájaros, sin saber si me había elogiado o minimizado.
Transcurrió un año, durante el cual el espantapájaros se convirtió en filósofo.
Y cuando volví a pasar junto a él, vi que dos cuervos anidaban bajo su sombrero.
Este cuento nos da pie para nuestro tema de hoy, pues creo que el dilema de ser o parecer, no es una pregunta que los egresados  nos planteemos seriamente alguna vez en nuestra vida. Sin embargo, es trascendental hacerlo pues puede hacer una diferencia entre el éxito y el fracaso que podamos tener como profesionistas.
…y es que hemos pretendido que las universidades nos llenen la cabeza con “el conocimiento”. Craso error.
El conocimiento es sólo una herramienta que cada uno, de manera individual, con su propio talento,  puede convertir en un acto iterativo de la ciencia, como si te paras en el trampolín del conocimiento que recibes  y de ahí brincas al nivel siguiente que está enriquecido con tú aportación con tu experiencia, tus observaciones, tus conclusiones, tu aportación a mejorar el conocimiento recibido.
La evolución de la especie humana  -ya te lo había comentado en un artículo anterior- sólo es posible de esa manera.
En nuestros alumnos tenemos que sembrar el germen de aquilatar su propio potencial y compartirlo al mundo, para eso está aquí el ser humano como especie, esta es la única manera de hacer trascender todas las cosas que nos rodean es esta.
Cuando entiendes que el maestro es la puerta de acceso al conocimiento existente, pero que no te puedes quedar pareciendo un médico, pareciendo un abogado, pareciendo un ingeniero, sino que sólo puedes serlo cuando has permitido que el conocimiento te invada y sumes tu propia experiencia y cavilaciones para propiciar una iteración en el saber del mundo, solo entonces habrás cumplido con tu papel.
Así, dejar de espantar a otros con lo que parecemos, y entender el verdadero papel que nos corresponde ser.
Entonces no habrá manera que nadie te ofrezca atajos a un éxito, ni permitirás que alguien guíe tus pasos por senderos oscuros de componendas y corrupción. Conocerás tu propio valor y lo aportarás al mundo. ¿Ser o parecer? He ahí el dilema
Salvador Calva Morales es rector de la Universidad Mesoamericana.



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