Qué me enseñó el 2015.
Salvador Calva Morales
Al concluir el 2015, hago un recuento de las enseñanzas que me dejó, y puedo decirte que estoy muy contento de estar contigo, a través de los micrófonos de mi programa de radio Compartiendo tu Opinión en Sabersinfin.com, en una emisión semanal en el que me brindas el favor de tu atención y tus oportunos comentarios.
Y justo es que en este breve espacio, como maestro, pueda decirte que yo también aprendí a partir de esta experiencia en la que tal vez ya me has acompañado.
En esta tarea comunicativa, con afán de la enseñanza que sigo día a día bajo la vocación del magisterio aprecié como podemos juntos crecer y aprehender a diario unos de otros.
Reafirmé que cada momento tenemos la oportunidad de ser nuevos: experimentando como adolescentes “la primera vez” de… algo… algo que se vuelve un reto en nuestra propia vida y que permite seguir haciendo camino al andar.
Aprendí que todos los hombres y las mujeres son valiosos, no importa si montan una silla de ruedas, si han tenido que sobreponerse al dolor para ganar la batalla a la vida y eso ha dejado secuelas o si por su trabajo, si con sus investigaciones, sus estudios, pasadas por el tamiz de su propia experiencia, van dejando un nuevo camino de conocimiento para las generaciones venideras.
Experimenté, además, como nos enriquecemos unos a los otros, compartiendo opiniones, estando juntos en el mismo instante, tratando de llegar a los oídos, la mente y los corazones de quienes estando más allá de nuestro alcance, que pueden estar tan cerca como un mensaje que la tecnología hace posible.
Advertí que no hay nada concluido, que el mundo se renueva y nos sorprende con niños haciendo operaciones matemáticas mentales, o con jóvenes que entrecruzan las posibilidades de las Matemáticas y el Circo, por extraño que parezca.
En mis ejercicios de reflexión, en los que me has acompañado, asimilé que el ser humano no acaba de investigar, de analizar y de aprender nunca, pero, además, al mismo tiempo que si lo hacemos tenemos la oportunidad de dejar nuestra huella, y así, mientras transitamos este camino, vamos haciéndolo más plano para las generaciones venideras.
Me siento muy agradecido contigo porque en ese espacio he podido repasar mis pasiones y llevar un mensaje con la misma intensidad para decir a los jóvenes que se alejen de la apatía, que hay un mundo pleno de oportunidades, que el estudio es la mejor herramienta para lograrlo, que no hay que conformarse con lo que te tocó, pero sí hacer de esto un buen trampolín de partida.
Sentí que al ir descubriendo vidas, pensamientos y obras, estoy contribuyendo a hacer de este un mundo mejor al acercar esa información a quien físicamente no puede estar ahí.
El 2015 me enseñó también que debo ser cuidadoso con el futuro, y por eso cada día debo seguir preguntándome ¿qué voy a hacer cuando sea grande?
Salvador Calva Morales es rector de la Universidad Mesoamericana.
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