Þ No se ha aprendido la lección, pues no se ha cumplido con la responsabilidad de mantener la paz y la armonía en este sector de la población.
A 50 años del movimiento estudiantil de 1968, los jóvenes continúan siendo violentados en el ámbito escolar y enfrentando la falta de oportunidades de trabajo y de desarrollo.
Ante esta situación, la legisladora María Rosete del PES, se comprometió a impulsar reformas que incrementen las oportunidades laborales, culturales y formativas para los jóvenes, así como a proponer nuevas posibilidades y tareas de la política hacia este sector de la población.
Durante el foro “A 50 del 68”, apuntó que tras estos sucesos, que marcaron la historia del país y la vida de todos los jóvenes, no se ha aprendido la lección, pues no se ha cumplido con la responsabilidad de mantener la paz y la armonía en este sector de la población.
“A unos días de cumplirse 50 años de los lamentables sucesos ocurridos en México el 2 de octubre de 1968, seguimos estando en deuda con los jóvenes, seguimos viendo enfrentamientos violentos en planteles educativos en los que han estado involucrados estudiantes, autoridades y personas ajenas al ámbito escolar”, indicó.
“Ya no debemos dejar a la deriva a los estudiantes ni a los jóvenes en general, no debemos permitir que se les quebrante o desalienten su interés por seguir estudiando ante el temor a ser agredidos o afectados”, subrayó.
María Rosete apuntó que es preciso hacer a un lado la idea de que los años de juventud son tiempo de falta de expectativa o de oportunidades, ya que esto sólo los deja en condiciones de marginación, frustración, abandono y delincuencia.
Dijo que no se puede ser insensible ante actos de represión contra los jóvenes y estudiantes que luchan por un mejor futuro, como los del 68 que, pese a que han pasado muchos años, es una herida que nunca va a sanar para quienes los vivieron y lo padecieron, y para las futuras generaciones.
La diputada del PES llamó a trabajar en conjunto a favor de los jóvenes en esta cuarta transformación planteada por el presidente electo, Andrés Manuel López obrador, para forjarles un mejor futuro.
Rubén Rivera, profesor del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y escritor, afirmó que el movimiento estudiantil del 68 dejó como legado una mayor participación de los jóvenes en la política del país, por ello “es muy importante que asumamos la responsabilidad histórica de este hecho”.
Puntualizó que “no basta con recordar el movimiento, tenemos que seguir su ejemplo y de aquellos que dieron la lucha en otras generaciones por un México mejor… un esfuerzo colectivo puede generar una trasformación más allá de nuestra existencia, eso fue lo que nos dejó la generación del 68”.
Agregó que la única forma de trascender es siendo radical, pero con una conciencia basada en el estudio de las circunstancias; de lo contrario, advirtió, se es fácilmente manipulable y “cuando la juventud participa en la política, transforma al país”, como lo hizo en las elecciones del 1 de julio.
El también ex dirigente estudiantil expuso que “el porrismo es un aparato que aún utiliza el Estado para controlar la participación política de los estudiantes”, pues se crearon después de estas manifestaciones juveniles y su función principal es “mantener a los estudiantes al margen de las luchas sociales”.
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