martes, 29 de agosto de 2017

Inseguridad en Puebla.
Dr. Lorenzo Pérez Arenas.
Agosto 20017.
Primera parte
Se define en La Real Academia Española a la inseguridad, como, falta de seguridad. Lo que implica actuar contra los derechos fundamentales de la vida, atentar la integridad física y mental en actos agresivos y violentos a los derechos humanos y a la libertad. Si estos actos, son encausados a un individuo o al conjunto de la comunidad para generar sensaciones y percepciones de ausencia de seguridad es perversión dirigida.
Los ciudadanos en búsqueda de seguridad han creado instancias e instrumentos como: Vecino Vigilante, colocado sistemas de alarma, colocado rejas, comprado candados, colocado mallas de púas y eléctricas, sistema de comunicación celular entre vecinos, monitoreo de delitos, todo ello significa gastos económicos, de tiempo pero sobre todo temor. Y sin embargo continúan con la zozobra y temor a que atenten contra su vida y sus bienes.
Las autoridades han implementado sistemas de patrullaje, colocado un sistema de comunicación por número para que se comuniquen los ciudadanos, aumentado patrullas, y sin embargo en ellos hay desconfianza se les vincula con el crimen organizado y se les acusa de protegerlos.
¿Por qué seguimos con inseguridad? ¿Por qué la inseguridad asociado a la corrupción, son los puntos más recurrente del reclamo ciudadano?
En búsqueda de respuesta presentamos algunas reflexiones.
La inseguridad, está presente en varias realidades, destacando dos:
La primera, la realidad objetiva, que es la realidad de los hechos consumados, ésta realidad, esta expresada en datos duros estadísticas de los hechos delictivos y criminales, ocurridos en un tiempo, lugar y con un propósito.
La segunda, la realidad subjetiva, presente mentalmente en cada individuo que tiene la sensación y percepción personal o colectiva de inseguridad. En todas las realidades en mayor o menor medida inducen a sentirse vulnerables a los actos de delincuencia.
En ambas, la inseguridad la objetiva y subjetiva, existe para las personas el nivel de riesgo al que el individuo o comunidad está o están dispuesta tolerar, asumir o enfrentar.
La falta de seguridad ha sido manejada históricamente, el atentar a los derechos fundamentales de la vida y el atentar a la integridad física y mental ha sido utilizado y operado para doblegar voluntades de personas y de poblaciones por quien detecta el poder, se niega a dejarlo a trata de que no apertura a la participación ciudadana.
El presente ensayo y reflexión, aborda una faceta de la inseguridad, la que ha sido utilizada como instrumento y herramienta para: someter, imponer, persuadir, inducir, controlar, eliminar, a personas, ciudadanos y comunidades. Considerando a la acción del individuo o grupos que teniendo poder interviene en territorios urbanos, rurales o naturales para lograr sus objetivos mediante la inseguridad.
Para poder entender los alcances y niveles a los que se van sometiendo a las personas, presentamos a la inseguridad en tiempos con sus respectivos momentos y grados de intervención, coloquialmente usáramos la señalética de colores para cada grado de intervención.
El primer momento y grado de intervención, lo identificamos con el color verde para referirnos a, la inseguridad desorganizada, atomizada y desvinculada, es la inseguridad que está presente en una población en crecimiento sea rural o urbana. Este tipo de inseguridad es propia de las relaciones conflictivas que tiene una comunidad en la vida cotidiana. A esta inseguridad la consideramos como normal y propias de los ajustes sociales que se tienen en el día a día. Este tipo de inseguridad, está presente en las relaciones que tienen los actores sociales en los ámbitos económicos, políticos, administrativos, que están presentes en los procesos de producción, distribución, comercialización y consumo.
El segundo momento y grado de intervención lo identificamos con el color amarillo para referirnos a inseguridad organizada, la forma parte de cadenas delictivas de forma organizada y está vinculada a mafias de delitos y crimen organizado. Este tipo de inseguridad no es casual tiene una causa en tanto es manejada, dirigida y tiene una intención y objetivo para la población rural o urbano. Al ser inducida, provocada e instrumentada por grupos de poder mafioso busca desestabilizar, generar caos, miedo  en la población, incluso este tipo de inseguridad es usada para castigar a los opositores o imponerles sus decisiones.
El tercer momento, y grado de intervención lo identificamos con el color rojo para referirnos a la insurgencia, rebelión, en este caso de inseguridad nos referimos a la inseguridad de ingobernabilidad. Este tipo de inseguridad está presente cuando el caos, la incertidumbre, la confrontación social expresa la ingobernabilidad. Este tipo de inseguridad tiene diferentes matices, destacando: insurgencia, las mafias que controlan y gobiernan territorios. Ambas formas de inseguridad pueden tener expresiones de la lucha armada entre el estado vs los grupos de poder regional. El estado y grupos insurgentes. El caos, la incertidumbre, la angustia, la desestabilización están en su máxima expresión.
Como vemos los tres tiempos con sus momentos e intencionalidades en razón a su grado de aplicación son encausados para generar sensaciones y percepciones de ausencia de seguridad en todos ellos se puede decir que existe perversión, sustentada en anti valores.
En ésta reflexión, nos avocaremos más a la inseguridad organizada, que es la que pareciera que se viene instrumentando en Puebla, con sus referentes símiles con otros Estados del país que tienen situaciones parecidas. Partimos la reflexión con las siguientes interrogantes necesarias para no caer en la simple relatoría estadísticas de hechos consumados o ser eco, tambor, micrófono de los que provocan la inseguridad:


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