jueves, 21 de abril de 2016

COMPARTIENDO TU OPINIÓN

Martín López Calva: “ética para vivir una buena vida humana”.
Salvador Calva Morales.
Vivir sojuzgado por los dogmas que te enseñaron, es una opción. Otra es rebelarse de manera irracional contra todo lo que te enseñaron.  Una más consiste en la comprensión a partir de contextualizar tanto  en su punto histórico, condiciones e incluso intereses de quienes te enseñaron lo que te enseñaron, para elegir responsablemente cómo quieres vivir.
Enseñar a elegir responsablemente es el reto de los educadores, tenemos que enseñar más que el qué el cómo discernir para que cada uno pueda llegar a tomar buenas decisiones para uno mismo, para su vida en sociedad, para todos.
Estas son las ideas que van cayendo como gotas sobre mi cerebro al escuchar las palabras del autor del libro Un futuro en la garganta. Educación para otro mundo posible.
Juan Martín López Calva –mi sobrino- no es un autor nuevo, tiene ya editados  19 libros educativos, 10 capítulos en libros colectivos y artículos en revistas especializadas. No obstante su formación inicial en la arquitectura, volcó hacia su verdadera vocación como educador formado en las universidades de Tlaxcala, la Universidad Iberoamericana y el  Boston College.
Él se define a sí mismo como  investigador educativo a partir de la reflexión teórica,  que aunado a su experiencia docente como maestro desde secundaria, bachillerato, licenciatura y posgrado, nos deja estas innegables enseñanzas aprovechables no sólo como educadores, sino como seres humanos, para poner en práctica.
Y sobre estos temas  continúa discurriendo acerca de quienes han inspirado su pensamiento: Xabier Gorostiaga y Edgar Morin.
Nuestras buenas decisiones son parte del deber hacia uno mismo, es egocéntrico,  también es sociocéntrico porque nos debemos a una  sociedad, sin poder deslindarnos tampoco de la consideración que nuestras elecciones afectan a toda la humanidad, y así abordamos el siguiente nivel antropocéntrico, dice Martín López Calva parafraseando a Morin.
Todo esto lo resume como la posibilidad de transformar la realidad para acceder a  “una buena vida humana” que sólo es posible a través de la ética, apunta.
¿Qué tiene que ver la ética con la educación?, podríamos preguntarnos. Sobre todo cuando vivimos en una sociedad que busca su beneficio por encima de los demás, y donde las escuelas son centros de formación para la competencia.
Martín López Calva responde, entonces, intuyendo las ideas que rondan en el aire mientras seguimos su conversación: “estamos formando profesionales exitosos para sociedades fracasada, pues ellos se olvidan de su origen y compromiso con la sociedad”, - y empobrecen con ello el entorno, apunto yo.
“La exclusión y desigualdad nos afectan como sociedad - dice Martín- así se genera violencia. Por eso, la visión de la calidad educativa, no es sólo eficiencia de las personas que puedan resolver problemas, la calidad tiene que ver con calidad social, buscar pertinencia y no solo eficiencia y eficacia, no hacen falta sólo buenos conocimientos técnicos, sino también ética”.
Finalmente, cuando escucho a mi interlocutor citar el proverbio africano que dice: "Para educar a un niño hace falta la tribu entera", pienso que en realidad (como ya te lo he comentado en otros artículos en este mismo medio), en nosotros como adultos y como miembros de la sociedad tenemos que dar ejemplo de vivir con ética. ¿Estás de acuerdo?
Salvador Calva Morales es rector de la Universidad Mesoamericana.


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