Proponen como obligatorio colocación de contenedores para recolección de pilas, ropa y desechos tecnológicos.
· En 2016, cada persona generó entre siete y nueve kilogramos de basura electrónica
La CDMX genera anualmente alrededor de cinco millones de toneladas de residuos sólidos urbanos
Legisladores impulsan reforma al artículo 10 de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, para obligar que en municipios con población mayor a cien mil habitantes se coloquen contenedores para la recolección de pilas, ropa, latas, desechos tecnológicos y envases.
La iniciativa fue presentada por del diputado Benjamín Medrano Quezada presidente de la Comisión y Gestión Integral de Residuos, indica que en la Ciudad de México (CDMX) se generan anualmente cerca de cinco millones de toneladas de residuos sólidos urbanos (RSU).
A esta problemática, dijo, se le debe sumar la generación de biogases, la liberación de sustancias agotadoras de ozono, la contaminación de los suelos y los cuerpos de agua, la proliferación de fauna nociva y la transmisión de enfermedades como diarrea, tifoidea, paludismo, dengue, peste y tifus.
Señaló que, durante el 2015, la generación de RSU alcanzó 53.1 millones de toneladas en el país, lo que representó un aumento del 61.2 por ciento respecto de 2003, es decir, 1.2 kilogramos diarios en promedio.
Subrayó que entre los RSU, son alarmantes, por su composición, las pilas, ropa, basura tecnológica y envases producidos a partir de PET (tereftalato de polietileno).
Detalló que las pilas contienen cadmio, litio, manganeso, mercurio, níquel, plata, plomo y zinc, metales que pueden producir alergias, edema pulmonar, disfunciones eréctiles, cáncer, sordera y daños en pulmones, riñones y corazón.
La ropa puede llegar a ser fuente importante de polución. “Basta con ver las consecuencias que la producción de prendas de mezclilla ha provocado en diversos ríos, sobre todo en el centro del país”.
A su vez, continuó, la basura tecnológica constituye uno de los principales retos, pues hasta 2016 cada mexicano producía entre siete y nueve kilogramos de estos desperdicios anualmente, es decir, entre 840 a mil 80 toneladas, lo que coloca a México en el tercer lugar como generador en América, sólo detrás de Estados Unidos y Canadá.
Aseguró que los aparatos electrónicos provocan una enorme contaminación por el tipo de sustancias utilizadas en su fabricación, las cuales son nocivas para la salud humana y para el ambiente como plomo, mercurio, cadmio y cromo.
Además, contienen oro y arsénico, por lo que la contaminación por residuos electrónicos alcanza hoy una magnitud alarmante. Estos materiales contaminan el suelo, el agua, el aire y, en general, los ecosistemas, y representan un problema de salud para la población, afirmó.
Sostuvo que las latas empleadas como envase para alimentos y bebidas, también constituyen una fuente importante de contaminación, pues representan un 4 por ciento de los residuos que se desechan en las zonas urbanas, pero cuentan con la ventaja de que son perfectamente reciclables y sus materiales no pierden valor al ser transformados.
“Desgraciadamente, en el país hay sólo 23 empresas recicladoras de metal, las cuales son insuficientes para transformar las latas recolectadas en México, por lo que es necesario generar espacios en los que cualquier persona pueda depositar ese tipo de desechos, a efecto de reutilizarlos”, planteó.