jueves, 23 de junio de 2016

Rebecca Durán, el inicio de una vocación literaria
           · Ganó el primer lugar del Quinto Concurso de Cuento que organiza anualmente la Universidad Iberoamericana Puebla
Rebecca Valerya Durán Cortés, estudiante de la Preparatoria Emiliano Zapata de la BUAP, ganó el primer lugar del Quinto Concurso de Cuento que organiza anualmente la Universidad Iberoamericana Puebla, con el cuento titulado Amor de padre.
Becca –como la llaman sus amigos- comenzó a escribir relatos un poco antes de ser admitida en una de las escuelas de educación media superior más prestigiadas del estado de Puebla. Al ser originaria de Izúcar de Matamoros, tuvo que trasladarse a vivir con un familiar a la capital del estado, para iniciar sus estudios de preparatoria.
Junto con otros compañeros, comenzó a asistir al taller de cuento impartido por su entonces profesor de lenguaje, Óscar Alarcón García. Entre los asistentes se encontraba también Brandon Sánchez Vázquez, ganador del segundo lugar del mismo concurso, con el texto La poetiza.
Amor de padre es protagonizado por Arantza, originaria de “un pueblito que está a unas tres horas de Xicotepec”. Frente a una férrea imagen paterna, Arantza va a contracorriente de los roles de género tradicionales: “Siempre me sentaba con las piernas abiertas para hacer enojar a mi papá. Cuando íbamos a misa o a una fiesta del pueblo, era peor. Me ponía un vestido y me aseguraba de traer calzones de colores fuertes para que se vieran. En cuanto él se percataba de lo que estaba haciendo, el tono de su piel cambiaba a morado, a rojo, se ponía del mismo color que mis calzones: encendido.”
Además de este texto, Durán Cortés envió un segundo cuento para concursar. En la historia narrada en Santa, la protagonista recuerda a la novela de Federico Gamboa al ser señalada -e incluso insultada- por la gente que la rodea, después de ejercer libremente su sexualidad: “Siempre viví bajo reglas establecidas, sin conocer nunca el motivo por el cual tenía que obedecerlas. Desde pequeña me dijeron que si no las cumplía, me iría al infierno”.
Desde que entró a la prepa Zapata, Rebecca se ha encontrado con libros que han hecho evolucionar su voz narrativa. “Los primeros cuentos que tenía eran como de superhéroes que salvan al mundo; a partir de otras lecturas es como comienzo a escribir sobre esta línea de género”, comenta. Sus lecturas más significativas hasta ahora son Malcriadas miniatura de Tania Plata y Nenitas de Sylvia Aguilar Zéleny, ambas publicadas en 2013 por la editorial Nitro/Press.
Al preguntarle por su reacción tras enterarse del veredicto del jurado, Becca ríe y platica: “No sé qué pasó por mi cabeza. Lo primero que se me ocurrió fue decirle a mi mamá y creo que absorbió toda mi emoción y ella la expresó”. Según relata, no imaginaba que podría ser galardonada, pero trabajó sobre las versiones iniciales de los textos para mejorarlas y adecuarlas a los requerimientos de la convocatoria.
En relación a la temática abordada en sus escritos, apunta: “Siento que aún se ve como algo que no debe decirse y menos por una mujer. Si lo escribiera un hombre, sería menos el impacto”. A pesar de que al inicio le resultaba un poco difícil mostrar sus textos, ahora se siente respaldada por el apoyo recibido por su madre, compañeros de taller y amigos.
Si bien Rebecca está interesada en estudiar Economía, no descarta la idea de continuar con su trabajo literario. El agosto próximo comenzará el último año de su educación media superior, con materias optativas del área de las Ciencias Sociales y Económico-Administrativas, pero está segura que seguirá leyendo y escribiendo cuentos.


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