lunes, 23 de octubre de 2017

Existe desdén por parte del andamiaje político hacia el saber científico: Morena
            Þ El gobierno federal, declaró, “debe asumir la responsabilidad del alertamiento sísmico a nivel nacional
            Þ Un alertamiento temprano podría reducir la cantidad de muertes; “se trata de un tema de seguridad nacional que no debe estar en manos de gente inexperta”.
            Þ Comisión de la Ciudad de México analiza con expertos impacto causado por movimientos telúricos del 7 y 19 de septiembre
Para la prevención de desastres se requiere una norma legislativa que exija el cumplimiento para la prevención de desastres naturales y una normatividad adecuada para el uso de la alerta sísmica, coincidieron expertos e investigadores que analizan el impacto de los pasados sismos de 7 y 19 de septiembre.
La presidenta de la Comisión de la Ciudad de México de la Cámara de Diputados Cecilia Soto González, del PRD, indicó que la reunión con expertos tuvo el objetivo de examinar si el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2018 refleja, de manera adecuada, la preocupación sobre cómo debe prepararse la Ciudad de México ante eventos catastróficos como los ocurridos recientemente.
 “Debemos saber la forma adecuada para prevenir y mitigar los daños y qué es lo que debemos cambiar en cuanto a las normas en el presupuesto 2018”, apuntó.
 La diputada de Morena, Norma Xochitl Hernández Colín, precisó que existe un desdén por parte del andamiaje político hacia el saber científico, ya que los investigadores no están representados en la toma de decisiones y lo opuesto podría ayudar a evitar desastres.
 Mencionó necesario generar mayor inversión para ciencia e investigación; actualmente es menor al 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), debajo del 1 por ciento promedio y lejano al 2.4 por ciento de la inversión de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
 Ante ello, “hago un llamado a atender esta gran necesidad que se deriva en la situación que padecemos actualmente”, expresó.
 Resaltó que se destinaron 103 millones 682 mil 634 pesos para la elaboración y actualización del atlas de riesgo; sin embargo, a la fecha no se conoce cómo se ejerció el recurso.
 El jefe del departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Víctor Manuel Cruz Atienza, sostuvo que existe un vacío legislativo, una norma técnica que exija el cumplimiento de ciertas características instrumentales y de algoritmos que se emplean para la detección de desastres.
 Dijo que un alertamiento temprano y robusto podría reducir la cantidad de muertes; “se trata de un tema de seguridad nacional que no debe estar en manos de gente inexperta”.
 El gobierno federal, declaró, “debe asumir la responsabilidad del alertamiento sísmico a nivel nacional sin dejarla caer en instituciones federales empantanadas; por el contrario, que se comprometan a tener eficacia de alertamiento. Asimismo, apoyarnos en más especialistas en sismología, ya que se requieren alrededor de 40 especialistas para atender más de 7 mil sismos que se registran cada año”.
 Indicó que si existiera un sistema de alerta tanto infalible como robusto y si la sociedad está instruida para aplicar protocolos de emergencia, “entonces el desarrollo de aplicaciones para reproducir la única alerta es razonable”.
 Con expertos de Japón, comentó, se analiza cómo desarrollar un sistema de alerta en México y proyectos de investigación para reducir el riesgo. Además, pugnó por una mayor profesionalización de sismólogos, ya que eso “nos permitirá conocer más una amenaza y estar preparados”.
 Gerardo Suárez Reynoso, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, enfatizó que la alerta sísmica es un sistema complicado donde falta la intervención de órganos de gobierno responsables de una normatividad adecuada para el uso de la alerta sísmica.
 Ésta, reiteró, “es ideal para las escuelas porque los niños se educan a llevar a cabo simulacros y salir de las zonas de riesgo, pero no será útil para alguien que trabaja en un edifico de 12 pisos, por lo que tenemos que analizar qué podemos hacer ante ello”.
 Asimismo, se requiere generar un sistema de financiamiento para los costos de operación, manteamiento y renovación tecnológica de todos los sistemas de instrumentación, ya sea la alerta sísmica o la red de acelerógrafos de la Ciudad de México y de la UNAM.
 En materia de los atlas de riesgo, señaló que son elementos importantes para conocer el peligro en cada localidad y su grado de vulnerabilidad, pero no se recomienda para prevenir riesgos.
 Del Instituto de Ingeniería Sismológica de la UNAM, Eduardo Reinoso Angulo, resaltó la falta de interés por parte de los gobiernos federal y locales, respecto a los riesgos sísmicos; “se encuentra en la prioridad número 45 de nuestra vida diaria”.
 Mencionó que “no podemos dejar pasar el sismo del 19 de septiembre sin que no se resuelva cada uno de los casos donde alguien murió o cuando menos se revisen con detalle. Es una pena que los escombros de algunos edificios estén completamente recogidos porque no podemos hacer ningún tipo de ingeniería forense”.
 Dijo que existe una enorme brecha entre lo que se hace en la investigación y lo que los gobiernos usan, porque éstos no voltean a ver los avances de la ciencia. “Sabíamos que esto iba a pasar, no en qué tiempo ni en qué forma, pero podíamos haber planteado muchos escenarios de la amenaza pero no le importó a las autoridades”, afirmó.


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