La voz de una guerrera; Frida Guerrera y su libro.
Braulio Paisano
San Andrés Cholula, Pue.- El pasado fin de semana, en las instalaciones del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico (ICGDE) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), se realizó la presentación del libro #NIUNAMÁS de la comunicadora y activista Frida Guerrera (Verónica Villalvazo).
La edición de este documento quedó bajo encargo de editorial AGUILAR y consta de 272 páginas dedicadas a la crisis de feminicidios que enfrenta México desde los años 80 de siglo XX a la fecha, el tratado habla de la insensibilidad social y cifras no oficializadas que superan las expectativas mundiales, sumado al pésimo trato que dan las autoridades a cada uno de los diferentes casos que nos presenta.
Los comentarios, estuvieron a cargo de Edmundo Velázquez, periodista y editor de la publicación digital #PáginaNegra especializada en nota roja, que también ha dado cuenta de múltiples sucesos violentos donde mujeres han perdido la vida, y en algunos casos, colaborado con la autora en la investigación y seguimiento de casos específicos hasta su esclarecimiento.
El evento contó también con la participación de la presidenta electa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, quien desde su propuesta de gobierno se comprometió a impulsar políticas de gobierno que permitan tratar de manera adecuada cada caso de agresiones a mujeres desde la institucionalidad, con seguimiento y vigilancia, incluso impulsando la propuesta de implementar una alerta de género, que convierta cada caso en prioridad para las autoridades correspondientes.
Por su parte, la antropóloga industrial, Celina Peña, también comentarista de la publicación, reconoció la urgencia y la necesidad de coadyuvar con las autoridades, las ONG´s, las instituciones, los medios de comunicación y la sociedad en general, para apoyar y ayudar a las mujeres que se encuentran es riesgo latente o no de ser víctimas de violencia, de sus parejas o familiares, siempre con el compromiso que la sociedad en su conjunto debe tener de manera obligada de apoyar a sus propias víctimas.
En conjunto, los participantes, coincidieron con la autora, en la intención de hacer a un lado la apatía, de no permitir que un crimen se vuelva algo cotidiano, que no nos afecte como agentes lejanos o solo sintiéndonos afectados cuando se trata de un familiar o conocido cercano, para tomar la iniciativa y luchar por las víctimas, apoyando a las familias quienes también resultan víctimas como daños colaterales de un sistema social desapegado e injusto.
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