Las cefaleas ocurren por estrés, medio ambiente, contaminación, ansiedad y tristeza; según la intensidad integran un síndrome o una enfermedad.
En el Seguro Social, esta sintomatología se atiende con medicamentos; en casos severos se aplican protocolos para conocer su origen y tratamiento
Con medidas generales de salud e higiene, como cambio en los hábitos alimenticios, horas de sueño reparador, organización del tiempo y la no automedicación es posible prevenir los dolores de cabeza, afirmó el doctor Víctor Efraín Aguilar Sánchez, coordinador de Programas Médicos en la División de Mejora de Procesos en el Segundo Nivel, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Aunque se trata de medidas terapéuticas que parecen insignificantes, detalló, son trascendentes porque se reflexiona en los estilos de vida.
Explicó que el dolor de cabeza o cefalea es un síntoma que, de acuerdo con la intensidad (migraña, en racimos o en trueno) y su asociación con otras manifestaciones, puede integrar un síndrome o una enfermedad.
Las cefaleas por causas primarias son: tensional (o en racimos), la más común y se relaciona con el estrés que provoca el entorno en las personas; ambiental, por contaminación atmosférica, por calor o por frío; por estrés laboral, ansiedad y tristeza, entre otros factores.
En estos casos, algunas estructuras anatómicas y fisiológicas de cabeza, terminales nerviosas, músculos de cuello y de las regiones dorsal o cervical se activan durante el estrés como mecanismos normales de reacción del ser humano, abundó.
Y los dolores de cabeza por causas secundarias, resaltó, van desde una resaca por consumo de alcohol, intoxicación, traumatismos, deshidratación, glaucoma, hasta un tumor o isquemia cerebral, entre otros, por lo cual requieren diagnóstico y tratamientos oportunos. Se trata de la migraña y el dolor en trueno, éste último, refieren pacientes, es el peor dolor jamás sentido.
Para los dolores por causas primarias, dijo el doctor Aguilar Sánchez, es importante aplicar medidas generales de salud e higiene tales como mejorar los hábitos de sueño, para lograr un descanso reparador; cambio en el régimen alimenticio; organización del tiempo para reducir el estrés y no automedicarse.
Señaló que en el Seguro Social, los profesionales de la salud atienden esta sintomatología con antiinflamatorios como el ácido acetilsalicílico o el paracetamol. El tratamiento en los secundarios, subrayó, depende del tipo específico de padecimiento, previo protocolo para conocer su origen.
Destacó que en las Unidades de Medicina Familiar, el mayor número de consultas por dolor de cabeza son de origen primario, con soluciones más factibles en el primer nivel de atención, aunque desde el punto de vista de la salud pública, son muy importantes porque hablan del ambiente psicosocial que vivimos.
Subrayó que en 2018, en el Instituto Mexicano del Seguro Social se registraron en todo el país 73 mil 696 casos por dolor de cabeza en primer nivel; de éstos, entre 50 y 75 por ciento son adultos, de 18 a 65 años de edad, informó.
Los que rebasan los 15 días y que requieren un protocolo de diagnóstico terapéutico específico son 4 por ciento.
Recomendó que en el caso de los adultos jóvenes es necesario que éstos acudan a revisión médica una vez al año, ya que al tratarse de personas fuertes, ante la presencia de un dolor se automedican o van a otro servicio, y con el tiempo se suman a ese 4 por ciento con dolor de cabeza de más de 15 días.
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