Diputados federales y activistas llaman a establecer una cultura de paz; persiste violencia en todos los ámbitos.
En el foro “Cultura de la Paz en Latinoamérica”, diputados, organizaciones y activistas llamaron a lograr este objetivo que está reconocido y jurídicamente sostenido por la democracia y por la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La promovente del foro, diputada Sara Paola Galico Félix Díaz (PVEM), expresó que es de suma importancia lograr la paz en Latinoamérica, la cual sólo será posible con la suma de voluntades, de todas y todos, así como de acciones contundentes de cada persona para fomentar esta cultura.
Reconoció a las organizaciones y ciudadanos que trabajan por lograr la tranquilidad, pues la violencia en cada una de sus modalidades debe ser erradicada, ya sea sexual, de género, política o racial. “Hoy estamos comprometidos a combatirla en todas sus modalidades y así establecer la paz en Latinoamérica, en México y en el mundo”.
Como activista en el tema de trata de personas, mencionó que en México 70 mil niñas, niños y jóvenes son víctimas de explotación sexual, “sin mencionar cifras alarmantes de desaparecidos, migrantes y una crisis de corrupción con la clase política”.
Dijo que están conscientes de esta situación y de que “todos los días hay personas, héroes, comunicólogos, artistas y demás ciudadanos que están trabajando desde sus trincheras para cambiar esta realidad”.
Galico Félix Díaz preguntó: ¿qué puede esperar una persona encadenada en el escalón más bajo de la economía, a los jóvenes que carecen de oportunidades para trabajar o estudiar? “Cuántas víctimas más, porque eso también es violencia. La no violencia es la respuesta a la crucial interrogante política de nuestro tiempo”.
Puntualizó que muchos son los activistas que alzan la voz por la defensa de los derechos de las y los niños, jóvenes, adultos mayores, mujeres y hombres. “La violencia sigue y persiste, pero tenemos un anhelo y convicción de cambiar la realidad del país”.
El diputado Miguel Ángel Sulub Caamal (PRI) convocó a emprender una gran cruzada para lograr que la paz signifique justicia social y ésta promueva, al mismo tiempo, la identidad y prosperidad, y devuelva su grandeza a las culturas autóctonas.
“Para que exista paz tiene que haber justicia social y para lograrlo tenemos que comenzar por reivindicar al indígena, a fin de que no sea más sinónimo de pobreza”, destacó.
Todos los sectores tienen que sumarse, para que los indígenas reclamen el papel que tuvieron en el pasado, cuya grandeza legó importantes aportaciones a un pueblo multicultural como México, sostuvo.
Sulub Caamal refirió que en las comunidades originarias se observa con mucha tristeza que los niños y jóvenes están perdiendo su lengua materna, no solamente el maya, sino de todas las variedades lingüísticas a nivel nacional. “Si se pierden, estaremos perdiendo parte de nuestra identidad, cultura y lo que representa la nación mexicana”.
Apuntó que deben buscarse mecanismos y estrategias necesarias para hacer que los niños y jóvenes no olviden su identidad, comenzando por enseñar y perpetuar la lengua materna a las nuevas generaciones.
Luis Figueroa Solano, presidente nacional del movimiento “México Avanza”, llamó a fortalecer la cultura de la prevención, de la denuncia y de la paz. “Es tiempo de consolidar una sociedad más sana y unida para las futuras generaciones. Debemos hacer de México un ícono de la paz mundial”.
Destacó que una cultura de la paz renuncia al dominio de factores que atentan contra la estabilidad social; se asienta en el respeto a las diferencias, a la diversidad, a las distintas manifestaciones culturales de los pueblos, en tanto que todas son patrimonio de la humanidad.
Una cultura de la paz, añadió, desenmascara al enemigo que pretende lastimar y vulnerar a los integrantes de una sociedad, asimismo, habitualmente unido a procesos de manipulación de la información; replantea radicalmente el carácter sexista de una nueva cultura, eliminando el dominio de los valores asociados al género masculino sobre el femenino.
También, exige e implica una cultura democrática y la defensa de los valores públicos frente a los privados; es incompatible con el adoctrinamiento, los dogmatismos y fundamentalismos de cualquier tipo, ya sean religiosos, ideológicos, tecnológicos y políticos, entre otros, y tiene que recuperar el valor del compromiso y la solidaridad.
Figueroa Solano mencionó que la educación y la cultura de paz deben entenderse como puntos medulares de reflexión y considerarse principios generales de la convivencia social. “La paz se debe pensar como derecho humano, porque esto se origina en la dignidad y conciencia de que las personas tienen su propio valor”.
Planteó fortalecer la cultura de la prevención y de la denuncia para lograr erradicar la violencia y el ultraje de los seres humanos. “Luchemos unidos para proteger y defender a niñas, niños, adolescentes, jóvenes y mujeres en sus diferentes ámbitos de actuación”.
El presidente de la Fundación José Martí, Carlos Caballero Quiñones, hizo votos por que permanezca el civismo, ya que se ha dejado de lado por fomentar otros tipos de mecanismos pedagógicos. “Es vital que se ejerza el civismo, ciudadanía y patria”.
Posteriormente, el Consejo Internacional de Liderazgo y Bienestar Social, y la asociación México Blanco, reconocieron a diversos personajes de la vida social, académica, cultural, artística, y de la comunicación, por el esfuerzo que han hecho para alcanzar la cultura de la paz.
Al recibir este reconocimiento, la actriz y activista en la defensa de los derechos humanos, Ofelia Medina, sostuvo que no hay paz sin justicia social. En el país, afirmó, se observan desigualdades, pues hay millones de mexicanos en pobreza extrema, con bajos salarios mínimos y mala educación. “El sistema político mexicano es el más grande enemigo de la paz”.
El periodista Nino Canún señaló que antes México era un país pacifista, donde nadie tenía que esconderse de nada; sin embargo, se ha descuidado la paz o “algo ha pasado que nos tiene aterrorizados el estar escuchando constantemente de muertes o ejecuciones”, por lo que se pronunció por no generar situaciones de odio.
Elohim Corona Rojas, cantante mexicano, estimó que socialmente se viven cosas muy fuertes, expresó su disposición a trabajar a favor los la gente que más lo necesita y se pronunció por “unirnos más y no separarnos”.
El actor Manuel Ojeda comentó que ha realizado campañas en el país para difundir la lectura, así como cooperar con las instituciones para causas como la que se está llevando a cabo. “La paz, la cultura, y todo lo demás, viene después de que no hay pobreza”.
De la Universidad Autónoma de Veracruz, el académico Ricardo Bravo Colín dijo que la educación se debe impartir sin distingos, ya que “es lo mismo educar a una persona humilde que a una con un capital mucho más generoso”.
El director de Tecnología y Estrategia Digital, Jorge Antonio Cano Félix, resaltó que el de los grupos vulnerables es un tema al que se le tiene que dar importancia. “Se debe estar consciente de que primero hay que ocuparse de las personas que viven en los lugares más alejados, donde no es fácil tener recursos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario