Þ Entre el miedo y la esperanza, son ejemplo de heroísmo para sus hijos.
Este Día del Padre fue distinto para todos, especialmente para quienes de una u otra forma han visto trastocada su vida a causa del COVID-19.
Sin embargo, el empeño y dedicación en las unidades médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para superar la emergencia sanitaria llenan de esperanza al personal de salud y pacientes que se reencuentran con sus familias para celebrar la vida.
Para el neumólogo Marco Hugo Sánchez Bustillos, jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital General Regional (HGR) No. 1 en Chihuahua, ser padre y ejercer la medicina es complejo, sobre todo en estos tiempos.
El especialista tiene tres hijos: uno de ocho años y dos de 12, todos hombres, que comprenden la responsabilidad de su papá como médico neumólogo, más en estos tiempos de atención a pacientes diagnosticados con coronavirus.
“Ellos están interesados de cómo estamos combatiendo el COVID-19. Para ellos su papá está peleando contra este virus, lo cual los emociona”, afirmó.
“Me muero por abrazarlos y estar toda una semana con ellos, de vacaciones, en la alberca, jugando, pero ya llegarán esos momentos. Ahorita son momentos de estar un poquito distantes. Queremos dejar un mundo mejor para ellos, un mundo en el cual podamos poner fin a esta enfermedad y tengamos esperanza de salir adelante”, indicó.
Al médico urgenciólogo Jesús Miguel Llanes Ramírez, adscrito al Hospital General de Zona (HGZ) No. 7 en Coahuila, el coronavirus lo dejó sin esposa y sin padre, pero no acabó con su fortaleza, ni sus ganas de seguir adelante por sus hijos.
“Es algo que no le deseo a nadie, pero mis hijos y demás seres queridos, me dan la fuerza para salir adelante”, sostuvo el especialista, quien reveló que también su mamá y dos hijos fueron víctimas de la enfermedad.
Como padre, aseguró que siempre fomentará en sus hijos el amor por su abuelo, Jesús Llanes Gómez, quien por mucho tiempo trabajó para el sector salud y a quien siempre recordará con gran orgullo.
“Mi papá tenía 64 años de edad, quería mucho a sus nietos, fue un papá muy amoroso”, recordó.
Su mensaje a otras familias y a otros padres es que valoren su salud y a la familia, tal como lo hace Alejandro Ochoa Contreras, enfermero general en Urgencias del Hospital General Regional (HGR) No. 46, en Jalisco.
Con 22 años de antigüedad como trabajador del IMSS, tiene claridad de que su compromiso es velar por la salud de sus derechohabientes, pero también por la de su familia, ya que hace un año se convirtió en papá.
"Me gustaría que cuando crezca mi hijo, sienta que su padre fue valiente al estar combatiendo algo que afectó a muchas personas en el mundo. Que él en un futuro diga: 'mira mi papá, qué valiente, estuvo al frente de la batalla y no se rindió'”, compartió.
Su mayor motivación al momento de trabajar, afirmó, es cuando los pacientes agradecen de corazón su empeño y dedicación.
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