Socavón de Morelos, recuerda la tragedia en el Bulevar Vicente Suárez, durante el gobierno de Manuel Bartlett.
· En la construcción del Bulevar Vicente Suárez, por corrupción, hicieron mal un puente que tiró el agua, provocando la caída al rio de automotores con la pérdida de muchas vidas.
- Nadie fue castigado, los culpables siguieron tranquilamente su vida, con los bolsillos llenos y las manos manchadas de sangre.
- Hoy, ya nadie recuerda aquella tragedia de los años 90s.
Por Raquel Martínez Brenis
El accidente que sucedió en el estado de Morelos, cuando un socavón en el recién inaugurado “paso exprés” de la autopista a Cuernavaca provocó la muerte de dos personas, padre he hijo, recuerda un hecho parecido, pero con la pérdida de muchas vidas humanas, aquí en Puebla, en los años 90, durante el gobierno de Manuel Bartlett Díaz, hecho que ya nadie recuerda, porque la memoria colectiva es flaca.
Durante su gobierno, Bartlett Díaz, tuvo el buen tino de construir un nuevo bulevar, el Vicente Suárez, que conecta el oriente con el sur de la ciudad, obra que era más que necesaria. El caso es que, como siempre, la corrupción hizo su aparición, y para ahorrar dinero, sin duda con el consentimiento del gobernador, hoy senador, no respetaron el cause del rio Alseseca, cerca de la 14 oriente, por lo que construyeron un puente más corto, para ahorrar dinero, provocando que se cambiara el cause de la venida del rio, lo que provocó que durante un fuerte aguacero, el caudal del rio buscó su cauce natural, encontrando una pared, que fue el nuevo puente, derribándolo por completo.
Desgraciadamente, todo ocurrió durante la oscuridad de la noche, por lo que los automovilistas que circulaban a esa hora, y con la lluvia, no se percataron que ya no había puente, provocando que muchos carros cayeron al rio, no se supo realmente cuantos, porque la información la ocultaron, pero se supo que fueron muchos, con la terrible pérdida de vidas humanas.
Pero como sucede en estos casos, nadie fue castigado, corrigieron el “error”, hicieron el puente como desde el principio tendría que haberse hecho, y ya, los culpables siguieron su vida, cobijados por el manto de la impunidad, pero eso sí, con los bolsillos llenos de dinero y las manos manchadas de sangre, incluido el gobernador Manuel Bartlett.
Hoy ya nadie recuerda aquella tragedia de los años 90s.
Y Manuel Bartlett sigue tan campante presumiendo de demócrata.
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