miércoles, 27 de mayo de 2015

SABERSINFIN

Diferenciar entre ser y tener.
“Soy más que pensamientos.
Nada me atará”
Abel Pérez Rojas.
La afamada escritora, oradora y activista política, Helen Keller, quien además era sorda y  ciega, afirmó alguna vez: “Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre. Pero con frecuencia miramos tanto a la puerta cerrada que no somos capaces de ver la puerta que se ha abierto frente a nosotros”.
Por supuesto que nos aferramos a las cosas y a las personas debido a los lazos que vamos estrechando con ello o con ellas, pero, inconscientemente, lo que nos causa esos sentimientos encontrados es la idea de que no seremos los mismos si nos falta aquello que perdimos.
Cuando eso sucede nos sumimos en duelos, algunos largos, otros cortos, pese a repetirnos una y otra vez que en el fondo: verdaderamente no somos lo que tenemos; sino que tenemos, porque somos y que en realidad nada trajimos al nacer y nada nos llevaremos con la muerte.
Generalmente nos asumimos como hombre o mujer de determinada edad y nacionalidad y nos describimos a nosotros mismos como una persona que además tiene un determinado grado de estudios, con tal o cual vehículo y una pareja de equis perfil, por ejemplo.
Aunque la personalidad con la cual vamos por la vida diaria se construye a partir de la idea de quiénes somos, generalmente las creencias sobre nosotros mismos en gran parte está construida a partir de lo que tenemos.
En esa percepción de mescolanza social hace un revoltijo entre lo que somos y lo que tenemos. Nos provoca una confusión,  y casi siempre termina por imponerse lo que tenemos sobre lo que somos, y hace crisis ante las pérdidas.
Entonces nuestro pensamiento queda anclado en lo que se fue, porque como aquello lo teníamos, también una parte de nuestro ser se fue. El hueco de lo que teníamos es nuestro único foco, perdemos la capacidad de ver totalidades, no nos percatamos del resto que sucede a nuestro alrededor, y que no nos hemos perdido a nosotros mismos.
Esos pensamientos nos anclan y nos aturden presentándose como si nuestro profundo ser fuera únicamente pensamientos.
No. Somos mucho más que pensamientos y por eso podemos tomar control sobre ellos y sobre lo que esté a su alrededor, como los sentimientos o las emociones.
Por supuesto, no es fácil asumirse por encima de nuestros pensamientos, pero tampoco es imposible.
Dicen algunos maestros que cuando vienen a nuestra mente los pensamientos que dan origen a los lazos que nos unen a las cosas y a las personas, debemos ser como una especie de puerta que deja pasar todo eso y no se aferra a ninguna partícula.
Que sólo con el entrenamiento y con el tiempo vamos aprendiendo a permanecer en paz y en sobriedad.
Así que usted y yo podemos decidir desde hoy dejar de aferrarnos a lo perdido. Esta es una excelente oportunidad para reencontrase consigo mismo y empezar a ver las puertas que han empezado a abrirse. Ser o tener, usted elige.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es doctor en Educación Permanente. Dirige: Sabersinfin.com.


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