lunes, 13 de marzo de 2017

Sin igualdad, la democracia es coja e incompleta: Sara Lovera en la BUAP
          · La nominada al Premio Nobel de la Paz en 2005, participó en el segundo y último día del II Foro para la Promoción de la Igualdad Sustantiva en la BUAP
Lograr la igualdad entre hombres y mujeres no es una utopía. Para lograrlo hay que empezar por el marco jurídico. Se trata de reconocer el desequilibrio, de identificar la injusticia, pues sin igualdad, la democracia es coja e incompleta: la nación no se desarrollará, afirmó Sara Lovera, periodista y fundadora de la Asociación Civil Comunicación e Información de la Mujer, durante su participación en el segundo y último día de actividades del II Foro para la Promoción de la Igualdad Sustantiva en la BUAP.
Para la ganadora del Premio Nacional de Periodismo 2015, se debe reconocer la desigualdad entre hombres y mujeres para erradicarla. Para ello, citó algunas estadísticas: el 42 por ciento de las mujeres en edad productiva trabajan, el resto también, pero en la informalidad, en trabajos no reconocidos, bajos salarios, sin seguro social y otros derechos laborales.
Ante estudiantes y académicos reunidos en la Unidad de Seminarios, en CU, consideró que hoy la desigualdad se ha agravado “porque estamos en una fase del capitalismo donde -además de existir más acumulación que distribución de la riqueza e imperar la desaceleración del desarrollo y el progreso- se ha aumentado la explotación en hombres y mujeres, como es el caso de la trata de personas. “La desigualdad entre hombres y mujeres afecta a toda la sociedad. Ocurre en el espacio doméstico y familiar; opera en ámbitos públicos”, señaló.
En este contexto -dijo- muchas mujeres han cambiado sus posturas a favor de lograr su inclusión en más ámbitos. Actualmente son ellas quienes más se gradúan en las universidades. En consecuencia, como reacción al activismo feminista y el crecimiento de su incidencia en la esfera pública, la cultura de la dominación, impulsada por sectores de gobierno, Iglesia y caciques rurales, entre otros, ha arreciado en los últimos años, dando lugar a actos de violencia contra la mujer, que llegan en muchas ocasiones al homicidio.
“Las mujeres están aterradas pues en el país asesinan a siete al día. El 47 por ciento de ellas a manos de sus esposos, amantes o seres cercanos. Es decir, gran parte del control misógino se ejerce en sus propios hogares”, refirió la directora del portal SEMMéxico, quien comentó que de esta forma -a través del miedo- los dueños del poder buscan apagar el interés de las mujeres en incidir en la conducción de las sociedades.
La nominada al Premio Nobel de la Paz en 2005 lamentó la falta de voluntad política para reconocer la realidad, un entorno en el que las mujeres cada vez se hacen menos cargo de los hogares, actividad que representa el 21 por ciento del PIB.
“Las acciones positivas reconocen las diferencias entre hombres y mujeres y han traído resultados favorables”, aseguró la también coordinadora regional del Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe, como el hecho de que casi el 50 por ciento de la cámara de diputados sean mujeres. “Pero… pero aún falta mucho por hacer”, concluyó.


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