sábado, 14 de febrero de 2015

SABERSINFIN

Lazcano Malo, la bastardía por el talento.
“A veces gran parte del éxito consiste
 en desmarcarse y crear su propio rumbo”.
Abel Pérez Rojas.
César Eduardo Lazcano Malo se asume creador de la canción bastarda, un género musical sin padre que le reconozca.
Durante mucho tiempo en sociedades como la nuestra se consideró inferiores a los hijos nacidos fuera de matrimonio. Y para diferenciarlos de quienes sí nacían en el seno de una unión reconocida por una institución eclesiástica o civil se les  llamó despectivamente “bastardos”.
Hablar de las relaciones y los hijos fuera de matrimonio aún causa escozor a más de uno precisamente por vivir anclados al pasado y a la ignorancia.
Envueltos en el contexto anterior, la semana pasada entrevisté al cantautor tamaulipeco César Eduardo Lazcano Malo, quien es conocido en el ámbito artístico simplemente como Lazcano Malo y creador de la canción bastarda.
Él ha grabado varios discos y además ha compuesto canciones para artistas como Gloria Trevi, Cristian Castro, Enanitos Verdes, Ha-Ash, el Grupo Pesado, Ángel Fresnillo, Tatiana, entre otros.
Cuenta como luego de una borrachera, y tomando como ejemplo al maestro Fernando Delgadillo –quien es creador de la canción informal-, Lazcano Malo, riéndose de su propia situación, asume su obra como bastarda, porque se considera hijo del rock and roll y de la trova, pero ninguno de los dos géneros lo reconoce como hijo.
Le comento a Lazcano Malo que calificarse y asumirse como creador de un género bastardo es una forma de marcar su obra y trazar su propio rumbo; por supuesto que esto sería fatuo si no va acompañado de una carga de talento.
Me corrige Lazcano Malo cuando se trata de calificar de género a la canción bastarda. Dice: por el momento “yo soy el único que vocifera esto”; el tiempo dirá si algunos de los que vienen atrás retomarán y desarrollarán la canción bastarda.
La conversación con Lazcano Malo continúa sobre el camino underground que inicialmente debe elegir el artista, y que a veces sólo el artista conoce,  y por ello debe cultivar esa cepa y no abandonarla pese a la opinión contraria de quienes le rodean.
Al reflexionar sobre estos conceptos de Lazcano Malo me queda claro que es un acierto del artista desmarcarse de otras propuestas musicales y respaldar su apuesta con talento.
También me queda claro que a propósito de los conceptos que aún causan escozor, la obra del artista –al igual que la de otros locos- tiene mucho del sentido primo del concepto iconoclasia, es decir, la capacidad que tiene el ser humano de elegir por sí mismo y revolucionar lo establecido.
Si observamos bajo la óptica que venimos abordando veremos que hay más bastardos e iconoclastas artísticos de lo que creemos, y estoy seguro que irán surgiendo más y más pues los momentos convulsos que vivimos son caldo de cultivo propicio para ello. Al tiempo.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es doctor en Educación Permanente. Dirige: Sabersinfin.com.

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