ALUCINÓGENOS E HIPOCRESÍA
Darío Botero Pérez
Es simple el asunto, que no “problema”, con los alucinógenos. Se trata de sustancias que atraen a seres humanos particularmente proclives a ella enemigos de la sociedad, que es lo que pretenden hacernos creer los mojigatos interesados, que defienden la represión como si, lo cual los hace presas fáciles de quienes se las suministran. Pero de ninguna manera los convierte en delincuentes o respuesta a demandas atávicas de carácter espiritual.
Para su inquisitorial actitud arguyen la inducción a los niños y jóvenes (que es una clara consecuencia de la ilegalización arbitraria, rentable y criminalmente deliberada según se ve en http://www.drugwardistortions.org/distortion10.htm) o los supuestos o reales, leves o graves, daños a la salud, lo cual los autorizaría, a su miserable juicio, a violar la libertad de quienes consideran enfermos o transgresores sociales sin derechos, así se trate de adultos maduros, sensatos, lúcidos y creativos, como suele ser el caso, con pleno derecho a su autodeterminación, mientras no violen la ley legítima, pues la arbitraria los denigra
En consecuencia, lo que el Estado como ente organizado de la sociedad civil debe garantizarles a los adictos no es la generalmente abusiva “curación” de una real o imaginaria enfermedad, tachada como tal por los prejuicios ideológicos de algunos individuos adeptos a doctrinas totalitarias, intelectualmente retrógrados y ajenos a la lúdica.
Lo que corresponde es facilitarles el acceso a sustancias de buena calidad y a precios asequibles, que no los obliguen a delinquir para obtener los ingresos que les permitan adquirirlas sin sordidez, a fin de satisfacer sus indomables deseos de evasión. Y que no tengan que ser cultivadas en la clandestinidad, destruyendo progresivamente nichos ecológicos que terminan envenenados y depredados a raíz de la llamada “guerra contra las drogas”. Que su cultivo y comercialización se asuman como una actividad productiva más, con clientela propia y diferenciada, conformada por quienes se atreven a correr los riesgos inherentes a su vicio o “inclinación de consumo preferente”.
Así lo han entendido claramente los humanos lúcidos y lo han adoptado los ciudadanos de Colorado y el gobierno de José “Pepe” Mujica en Uruguay, de modo que han procedido a legalizar una actividad tradicional que la perversidad del mercado ha convertido en un rentable y vil negocio, altamente erosivo de la convivencia y la tranquilidad social.
Al menos, las asombrosas cualidades médicas de la marihuana, calumniada por los represores amargados como "yerba maldita", están logrando que muchos alienados entiendan el engaño en que los han sumido durante años sus autoridades, de modo que crecen los países que autorizan su uso terapéutico; hasta la arrastrada plutocracia colombiana lo ha hecho.
Pero los adictos somos quienes estamos obligados a exigir el consumo y la producción libres, así sea como una obvia, elemental, poderosa y universal forma de medicina preventiva que alivia a párvulos, jóvenes y adultos por igual.
De ninguna manera se puede admitir que los abstemios determinen la condición de los incontinentes porque se sienten superiores gracias a su castración lúdica y a sus ocultos intereses comerciales disfrazados de valores morales. Así mismo, los represores profesionales han de ser repudiados en cualquier formación social digna del futuro y respetuosa de la libertad personal de cada individuo, que Jesús llamaba el “libre albedrío”.
Es lo que ha hecho, al brindar su apoyo a Bernie Sanders en su aspiración a la candidatura demócrata en USA, el cómico Chong:
"Tommy Chong Endorses Bernie Sanders. This is not exactly a shocker, but every endorsement helps. Iconic stoner comedian Tommy Chong has endorsed Sen. Bernie Sanders (I-VT) for the Democratic presidential nomination, citing his support of marijuana legalization. "Bernie does support that … legalization that I care so deeply about; legalization of the super-medicine marijuana. So I know this year, you and I are going to ‘Feel the Bern,’ go up to the polling booths, and light up, man, for progress and change." Chong also touted Sanders' positions on immigration, equality, and a living wage, and he jokingly referred to Sanders as the "commander-in-Kush." "
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