jueves, 30 de julio de 2015

SABERSINFIN

El Piojo Herrera y Martinoli deben meditar.
“Tarde o temprano pagarás las consecuencias
de haber perdido el equilibrio a causa de tu ego”.
Abel Pérez Rojas.
El lamentable incidente entre un comentarista de televisión y el ex entrenador de la Selección Mexicana de Fútbol, Miguel El Piojo Herrera, da la oportunidad para reflexionar sobre la imperiosa necesidad de tomar con seriedad las riendas de la inteligencia emocional.
Desgraciadamente, la reciente disputa entre El Piojo Herrera y Christian Martinoli se convirtió en la más reciente “caja china” –distracción ponderada artificialmente sobre asuntos verdaderamente importantes-,  que ha tenido ocupada la atención de millones de mexicanos, que siguen con sorpresa y morbo cómo concluirá algo que en realidad dista mucho de ser edificante.
Ambos personajes de esta historia se vieron envueltos en un espectáculo animado por millones y millones de dólares, que bajo la pantalla de la libertad de expresión y de la falsa valentía que deben mostrar los deportistas al defender sus colores nacionales, en realidad mostró a dos individuos dominados por su ego, el cual se manifestó en forma de soberbia, de ira, de enojo, de burla hiriente y de la pérdida de su punto de equilibrio.
Lo que nos hace recordar que cada ser es mucho más que la combinación de sus pensamientos y emociones; eso que nos domina inconscientemente (y no siempre para bien) que se le denomina: ego.
En una generación acostumbrada a valorar las ideas, damos por hecho que el pensamiento es el culmen de nuestra civilización, pero no es así. Sobre las emociones y sobre el pensamiento está la conciencia, que es la que puede poner en equilibrio a los otros dos.
Pero, estamos más acostumbrados a dar rienda suelta a nuestro ego, quien como un pequeño dictador magnifica las emociones y sentimientos de donde emergen situaciones asimiladas como problemas, “afrentas”  que tienen que resolverse  “como los hombres”.
Como puede ver todo esto está ausente en las horas y horas que los medios de televisión le han dedicado al pobre espectáculo entre los dos sujetos públicos dominados por su ego.
En realidad no es tan difícil solventar esos inconvenientes. Los sabios de la antigüedad sugerían que ante una situación emocionalmente incontrolable lo mejor era dejarla pasar de largo.
Esto difiere con lo que nos han enseñado las sociedades actuales, porque ahora se nos enseña que lo pensemos una y otra vez, pero he ahí el error: en realidad quien la está revisando una y otra vez es nuestro ego que oculta a la conciencia, y en consecuencia, terminará sometiendo a nuestro ser. Porque a fin de cuentas, se trata de dos visiones diferentes sobre algo que aconteció, ninguna de las dos define la realidad.
Respira profundamente y concéntrate en tu respiración todas las veces que puedas, deja pasar de largo la serie de sentimientos y pensamientos que llegan a ti cuando una afrenta parece dominarte.
Deja pasar una y otra vez el oleaje, verás que nada puede asirse a lo que no tiene cuerpo. Después de un tiempo experimentarás que nada te puede mover de ese punto que has hallado y que se empieza a convertir en tu centro de equilibrio.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es doctor en Educación Permanente. Dirige: Sabersinfin.com.

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